domingo, 17 de junio de 2012

Latinoamerica (Calle 13)

Totó La Momposina, Susana Baca & María Rita



Soy... soy lo que dejaron
Soy toda la sobra de lo que se robaron
Un pueblo escondido en la cima
Mi piel es de cuero, por eso aguanta cualquier clima
Soy una fábrica de humo
Mano de obra campesina para tu consumo
frente de frío en el medio del verano
El amor en los tiempos del cólera, mi hermano!
Soy el sol que nace y el día que muere
Con los mejores atardeceres
Soy el desarrollo en carne viva
Un discurso político sin saliva
Las caras más bonitas que he conocido
Soy la fotografía de un desaparecido
La sangre dentro de tus venas
Soy un pedazo de tierra que vale la pena
Una canasta con frijoles, soy Maradona contra Inglaterra
Anotándote dos goles
Soy lo que sostiene mi bandera
La espina dorsal del planeta, es mi cordillera
Soy lo que me enseñó mi padre
El que no quiere a su patría, no quiere a su madre
Soy américa Latina, un pueblo sin piernas, pero que camina
Oye!
Coro
Totó La Momposina:
Tú no puedes comprar al viento
Tú no puedes comprar al sol
Tú no puedes comprar la lluvia
Tú no puedes comprar el calor
María Rita:
Tú no puedes comprar las nubes
Tú no puedes comprar los colores
Tú no puedes comprar mi alegría
Tú no puedes comprar mis dolores
Totó La Momposina:
Tú no puedes comprar al viento
Tú no puedes comprar al sol
Tú no puedes comprar la lluvia
Tú no puedes comprar el calor
Susana Bacca:
Tú no puedes comprar las nubes
Tú no puedes comprar los colores
Tú no puedes comprar mi alegría
Tú no puedes comprar mis dolores

Calle 13
Tengo los lagos, tengo los ríos
Tengo mis dientes pa' cuando me sonrio
La nieve que maquilla mis montañas
Tengo el sol que me seca y la lluvia que me baña
Un desierto embriagado con peyote
Un trago de pulque para cantar con los coyotes
Todo lo que necesito, tengo a mis pulmones respirando azul clarito
la altura que sofoca,
Soy las muelas de mi boca, mascando coca
El otoño con sus hojas desmayadas
Los versos escritos bajo la noches estrellada
Una viña repleta de uvas
Un cañaveral bajo el sol en Cuba
Soy el mar Caribe que vigila las casitas
Haciendo rituales de agua bendita
El viento que peina mi cabellos
Soy, todos los santos que cuelgan de mi cuello
El jugo de mi lucha no es artificial
Porque el abono de mi tierra es natural
Coro
Totó La Momposina:
Tú no puedes comprar al viento
Tú no puedes comprar al sol
Tú no puedes comprar la lluvia
Tú no puedes comprar el calor
Susana Bacca:
Tú no puedes comprar las nubes
Tú no puedes comprar los colores
Tú no puedes comprar mi alegría
Tú no puedes comprar mis dolores
María Rita:
não se pode comprar o vento
não se pode comprar o sol
não se pode comprar a chuva
não se pode comprar o calor
não se pode comprar as nuvens
não se pode comprar as cores
não se pode comprar minha'legria
não se pode comprar minhas dores

No puedes comprar al sol...
No puedes comprar la lluvia
vamos caminando, vamos dibujando x2

Calle 13
Trabajo bruto, pero con orgullo
Aquí se comparte, lo mío es tuyo
Este pueblo no se ahoga con marullo
Y se derrumba yo lo reconstruyo
tampoco pestañeo cuando te miro
para que te recuerde de mi apellido
La operación Condor invadiendo mi nido
Perdono pero nunca olvido
Oye!
Vamos caminando
Aquí se respira lucha
Vamos caminando
Yo canto porque se escucha
Vamos caminando
Aquí estamos de pie
Que viva la américa!
No puedes comprar mi vida...


"La misma luna" (Patricia Riggen) es una película muy interesante.






Sinopse

La película cuenta la historia de Rosario (Kate del Castillo), una madre que emigra ilegalmente a los Estados Unidos, y su hijo de nueve años, Carlitos (Adrián Alonso). Rosario y Carlitos no se han visto en cuatro años, ya que Carlitos tenía cinco años. Rosario, que ahora vive en Los Ángeles, California, llama a su hijo, (aún en México), todos los domingos. Carlitos vive en un pequeño pueblo mexicano con su abuela enferma y su tía opresiva y tío, que lo mantendrá con el fin de obtener el dinero que envía Rosario. Un día, Carlitos se encuentra con dos transportadores de inmigrantes (coyotes), Marta (América Ferrera) y David (Jesse García), que ofrecen para el contrabando de niños pequeños a través de la frontera. Cuando su abuela muere, Carlitos decide que no puede vivir con su tía y su tío, encuentra a los dos coyotes. A pesar de que con éxito cruza la frontera sin ser descubierto, el coche en que se esconde es retirado por la grúa es separado de los dos coyotes. Después de conseguir separarlos, Carlitos sigue el viaje, con el tiempo ayudando a otros inmigrantes ilegales que recogen tomates. Sin embargo, la policía de inmigración hicieron una prueba de allanamiento del edificio, y casi todos los trabajadores son atrapados o escapan, dejando sólo a Carlitos y otro trabajador llamado Enrique (Eugenio Derbez). Enrique inicialmente se niega a ayudar a Carlitos, pero pronto crece un vínculo con él. Enrique y Carlitos viajan a la ciudad tratando de localizar una cabina de teléfono para que Carlitos llane a Rosario, pero no tienen éxito. Un día, Carlitos está durmiendo en una banca del parque, Enrique lo deja y va a comprar alimentos, Carlitos es descubierto por la policía, quienes casi lo capturan, pero Enrique le arroja comida a los oficiales, provocando a los agentes que comienzan a perseguirlo. Carlitos logra escapar, pero Enrique es capturado. Carlitos huye y por coincidencia se detiene en la parada de autobús del que su madre lo llamaba. Él la ve en la calle en el teléfono público, se reúnen al fin.


Referencia http://es.wikipedia.org/wiki/La_misma_Luna



sábado, 21 de mayo de 2011

Mira lo que he encontrado...

Literatura de Cordel en español...


UNA AVENTURA EN EL AMAZONAS
Marcos Mairton
Traducción: Pedro Arenas

Yo sé que los niños de hoy
Temprano en la escuela aprenden
Sobre las cosas de la naturaleza
Y entonces ellos comprenden
Que los animales de la selva
No deven ser maltratados
Y ni tampoco cazados.


A pesar de esto, aún existen
Hombres mal acostumbrados,
Que capturam los animales
En la selva encontrados
Para llevarlos a la ciudad
Para vivir sin libertad,
Tristes y encadenados.


Debido a esta costumbre
Cierto dia aconteció
Una história interesante
Con un niño que yo
Conocí en la infancia
Todavia guardo en la memoria
De como esto sucedió.


Su nombre era Daniel,
Tenía diez años de edad,
Cuando su tio, Pedro,
Después de un largo viaje,
Llegó a nuestra ciudad
Trayendo una novedad
En las maletas de viaje.


El tio habló para él:
“Este es tu regalo
que yo traje de la selva,
solo alli pude encontrarlo,
y pensé: este animalito
llevaré a Danielito
para que él pueda cuidarlo.

El regalo era un mico
Muy peludo y muy pequeño.
El pelo, negro y suave,
Parecia de terciopelo.
Daniel, cuando lo vió
Se sentió feliz y sorrió.
Pensó: “Que suerte yo tengo”.


Guardó, entonces, el mico,
En una jaula que había
En el solar de su casa
Y era allí que todo dia
Daniel lo alimentaba,
Y con cariño cuidaba
Del animalito que crecía.


Después de algunos meses
Las vacaciones llegaran
Y Daniel y sus papás
Para lejos viajaran.
Pidieron a un vecino
Cuidar del animalito
Y en un avión embarcaron.


Ellos fueron para Manaus
Para hacer una visita
A la tía de Daniel
Llamada Maria Rita,
Que vivia desde pequeña
En esa ciudad brasileña
Moderna, grande y bonita.


Aprovecharan también
Para conocer los lugares
Que son puntos turísticos
Y fueran a los principales:
Al teatro, al mercado,
Al puerto muy agitado
Y a los centros culturales.


Para el dia siguiente
Planearan pasear
De barco en el Rio Negro,
Para por él navegar,
El rio estaba muy ancho
Y, con su oscuro color,
Él inspirava temor.


Y, en el dia siguiente,
Fueran en la excursión,
En el barco había un guía
Que les dava explicaciones,
Pero Daniel no lo escuchaba
Pues en la selva estaba
Toda su atención.


Miraba los árboles gigantes,
Que en la margen estaban,
Y algumas guacamayas
Que en el cielo volaban,
Y hasta un par de delfines,
Que igual a dos niños,
En el agua oscura jugaban.


Este fué un paseo
Para nunca olvidar.
Hasta indios verdaderos
El pudo observar,
Pero, él no podría
Imaginar lo que iría
Enseguida a enfrentar.


La divertida excursión
Ya estaba terminando,
Y el barco ya estaba
Para el puerto regresando,
Cuando surgió por la frente,
Em medio del agua corriente
Un grueso tronco flotando.


“İCuidado!”, gritó un hombre –
“Nos vamos a chocar!”.
Y el piloto del barco
Rápidamente intentó girar,
Pero no logró desviar.
Aquel choque fatal
Él no pudo evitar.


Cuando el barco se chocó
Con aquél tronco inmenso
Abrió en el casco un hueco,
Y la agua fué para dentro.
Pasajeros asustados
Gritaban desesperados,
El ambiente era tenso.


Pero, con mucha habilidad,
El piloto controló
Aquella situación
Que él alli enfrentó.
A pesar de averiado
Y con la bodega inundada,
El barco no se afundó.


Solo que en la confusión
Nadie había percibido
Que el niño Daniel
Había desaparecido.
La mamá sintió escalofrío
De imaginar que en el río
Daniel hubiera caido.


Le llamaran por su nombre
Comenzaram a buscar
Otros barcos que pasaban
Vinieron para ayudar.
Pero, por obra del destino,
En aquel día, el niño
No pudieron encontrar.


A pesar de mucha busca
Que fué realizada
Las chances de encontrarlo
Estaban todas perdidas.
Daniel iba flotando
Rápidamente distanciandose
Con un chaleco salvavidas.


La noche llegó rapidamente
Esperanza ya no había
De encontrar con vida
Aquel desafortunado niño.
Sin embargo, mientras los papás sofriam,
Dos indigenas lo socorrían
Con destreza y con cariño.


Estaban los indios pescando
Rio abajo, bien distante,
Cuando vieran Daniel
Pasando en ese instante,
Con frío, muy asustado,
Pero con fuerza agarrado
Al salvidas flotante.


Entonces remaran con fuerza
Y luego lo acompañaron
Para dentro de la canoa
Com prisa lo empujaron.
Terminado el salvamento,
Para el acampamento
A Daniel ellos llevaron.


Un indio llevó en los brazos
A Daniel, que adormeció.
Hasta hoy él no sabe
Con detalles lo que sucedió,
Pero, por lo que escuchó,
Se recuerda que solo despertó
Cuando el día amaneció.


A esa hora, ya había
Otros indios a su lado,
Que se sintieron muy alegres
Cuando lo vieran recuperado.
Y dentro de una choza
Él comió mandioca
Y un poco de pescado.


De los indios no eran todos
Que hablaban español.
De un grupo de cinquénta
Talvez solo dos o tres.
Por esto, uno que hablaba
Explicó que por alli pasaba
Un barco, una vez al mês.


Mientras el barco no llegaba
Solo podia esperar.
Muchos dias en la aldea
Tendria que demorar.
Daniel, entonces, lloró
Pero, enseguida aceptó
Lo que no podia evitar.


Daniel era un niño
Que tenía mucho coraje.
Esperó sin reclamar
El dia de su viaje.
Y nunca se olvidó
Las muchas cosas que aprendió
En aquél lugar salvaje.


Aprendió a capturar peces
Por dentro del igarapé.
A pescar aruanã,
Pacu e tucunaré.
Quién le indicaba el camino
Era el pequeño indiecito
Que era hijo del pajé.


Aprendió nombres de pájaros
De peces y animales.
Cada dia que pasaba,
Aprendia un poco más.
Pero sentia la nostalgia
De su casa en la ciudad
De estar junto de sus papás.


A vezes cuando pensaba
En su familia ausente,
Él imitaba un guañuz,
Con su grito estridente.
Viendo lo que sucedia,
El cacique siempre decia:
“Él és indio como nuestra gente”.


Un dia, el cacique llamó
Daniel y lo dije asi:
“Ya é llegado el tiempo
De el niño blanco partir
Su barco no demora.
Niño, no se vaya
Sin despedirse de mí”.


Comprendiendo que un barco
Brevemente llegaria,
Daniel no contenia
Su enorme alegria.
Saltaba alegremente,
Pues ahora, finalmente,
A su casa volveria.


En ese momento, un indiecito
Comenzó a lamentarse
Y preguntó al cacique:
“Él no puede quedarse?
Él ahora es mi amigo,
Gusta de jugar conmigo,
Por que él nos tiene que dejar?”


El cacique respondió:
“Curumin va a entender
Cuando sea mayor
Y pueda comprender
Que para todo ser liberto
Existe un lugar cierto
Donde él debe vivir”.


“Se Daniel se queda aqui
Seria una crueldad,
Como hacen con los animales
Que llevan para la ciudad.
Por esso él debe irse
Para allá reunirse
Con su pueblo, de verdad”.


Entonces, en el dia siguiente,
El barco por alli pasó,
Y, con destino a Manaus,
Daniel se embarcó.
Después de algunos dias,
Encontró con sus papás
En el lugar donde todo comenzó.


Cuando llegó a Manaus,
Hubo una fiesta en el puerto.
Decian que Daniel
Ya era dado por muerto.
Pero ahora regresaba
Para la familia que amaba
Gozando de todo conforto.


Después de haber regressado
A la ciudad donde nació,
Me contó toda la aventura
Que en la selva vivió.
Como los indios le salvaron
Y también le enseñaron
Muchas cosas que aprendió.


Me habló que muchas veces
Na selva estaba solito
Y recordaba de la familia,
De sua amor y su cariño.
Y quedaba imaginando:
“Yo creo que estoy pasando
la misma suerte que el miquito”.


Entonces, Daniel rezaba:
“Dios mio, ayudame,
A volver a mi casa,
Yo no voy a querer fiesta.
Pero prometo hacer
De todo para devolver
El mico para la selva”.


Y, de hecho, fué así
Que terminó este drama:
En el dia que Daniel
Fué a dormir e su cama,
Sólo aceptó acostarse
Después que su papá entregase
El miquito para el IBAMA.


Del IBAMA el miquito
Fué a vivir en un zoológico.
Alli tuvo tratamiento
Médico y odontológico.
También fué readaptado
Para después ser libertado
En un parque ecológico.


Daniel hoy es adulto
Y habla siempre conmigo.
Aún le gustan aventuras
Y de jugar con el peligro.
Micos, no tuvo más,
Pero, de los indios y animales
Continua siendo muy amigo.


Y usted que es un niño,
Y legó con mucha atención,
No necesita perderse
Para aprender la lección:
Para criar perro y gato
Mientras los animales de la selva
La gente deja donde están.

martes, 29 de marzo de 2011

"El Principito" 2º


"El Principito" de Antoine de Saint-Exupéry me llevó a una reflexión sobre el valor de la esencia de la vida que está en la sencillez de los regalos que nos da todos los días. De acuerdo con Exupéry, "Lo esencial es invisible a los ojos."
¿Y tú? ¿Qué le llamó la atención en el libro?
¡Comparte con nosotros!

"El Principito" 1º


"El Principito" de Antoine de Saint-Exupéry me llevó a una reflexión sobre el valor de la esencia de la vida que está en la sencillez de los regalos que nos da todos los días. De acuerdo con Exupéry, "Lo esencial es invisible a los ojos."
¿Y tú? ¿Qué le llamó la atención en el libro?
¡Comparte con nosotros!

sábado, 12 de junio de 2010

"Pongo estos seis versos en mi botella al mar
con el secreto designio de que algún día
llegue a una playa casi desierta
y un niño la encuentre y la destape
y en lugar de versos extraiga piedritas
y socorros y alertas y caracoles. "

Mario Benedetti

lunes, 17 de agosto de 2009

Soy profesora de Español y me encanta la lengua.
Trabajo en la Escuela Estadual Dr. Severiano, en la ciudad de Macaíba, con alumnos de la enseñanza secundaria (1º año).